Una semana de cultura juvenil
La mayor virtud del Festival Mucho Más Mayo, que empezó ayer en Cartagena, es que logra vincular a los jóvenes con las celebraciones del Bicentenario de la Independencia, no sólo como espectadores pasivos sino como protagonistas principales.
La muestra de manifestaciones artísticas y culturales que están surgiendo de todos los sectores de la ciudad, a través de las cuales la juventud imagina y construye el modelo urbano con el que sueña, es una oportunidad excelente para que los mayores comprueben que hay una fuerza creativa comprometida con su identidad y con la tarea de hacer una Cartagena amable, incluyente y diversa.
También es la evidencia concluyente de que sólo un pequeño porcentaje de nuestros jóvenes se ha descarriado en pandillas agresivas o en grupos ilegales de barrio, mientras se forma en las técnicas criminales más crueles.
La amplitud de las propuestas culturales que veremos esta semana demuestra que la gran mayoría de los adolescentes y jóvenes cartageneros se preocupa por cimentar su esencia vital y por contribuir a que la ciudad crezca y se desarrolle dándole oportunidades iguales a todos sus habitantes.
Por supuesto, no son propuestas que repiten los estilos y las viejas escuelas artísticas ya desgastadas por el uso y el abuso, sino maneras originales de entender el hecho cultural, valiéndose de los ritmos musicales que los jóvenes escuchan y de símbolos de inclusión que por primera vez se exhiben y se gritan sin vergüenza ni temor.
El Festival se desarrolla en cuatro ejes temáticos: el Bicentenario de la Independencia de Cartagena; la ciudad diversa y con variadas identidades; el papel de los jóvenes en la construcción de una ciudadanía integral; y el uso de los espacios públicos como sitios de encuentro para compartir experiencias culturales o simplemente instantes de vida.
Presentaciones musicales y de teatro, exposiciones artísticas dinámicas al aire libre, foros y discusiones abiertas, conferencias, lecturas y recitales de poesía, talleres creativos y expresiones simbólicas imaginadas y ejecutadas por los propios jóvenes hacen parte de un programa extenso que en su mayor parte se cumplirá en espacios al aire libre, plazas y parques, para consolidar una apropiación cultural urbana.
Vale la pena que todos los cartageneros asistan a estas actividades y que participen con entusiasmo y decisión en ellas, porque los jóvenes entenderán ese respaldo como una preocupación auténtica por sus pensamientos, su lenguaje y sus sueños, y ese sería el mejor espaldarazo a una vida edificante y creativa.
Es la primera vez que se muestran en Cartagena, en tanta cantidad y con tanta amplitud las iniciativas artísticas y culturales de los jóvenes locales, que claman por un espacio suficientemente grande para expresarse a cabalidad en su esencia y en sus identidades.
Y es satisfactorio que sea desde nuestra historia, nuestra herencia de 200 años, que se lance este grito sereno, pero nítido y fuerte, que exige reconocimiento, atención, apoyo e integración para recorrer el camino del progreso y la construcción de la ciudad soñada.
Exhortamos de manera vehemente a propios y visitantes a que acudan a los sitios donde se han programado actividades esta semana y ofrezcan su aplauso sincero y jubiloso como premio a estos jóvenes que quieren contribuir al desarrollo local, desarrollando al mismo tiempo sus iniciativas de creación.
También es la evidencia concluyente de que sólo un pequeño porcentaje de nuestros jóvenes se ha descarriado en pandillas agresivas o en grupos ilegales de barrio, mientras se forma en las técnicas criminales más crueles.
La amplitud de las propuestas culturales que veremos esta semana demuestra que la gran mayoría de los adolescentes y jóvenes cartageneros se preocupa por cimentar su esencia vital y por contribuir a que la ciudad crezca y se desarrolle dándole oportunidades iguales a todos sus habitantes.
Por supuesto, no son propuestas que repiten los estilos y las viejas escuelas artísticas ya desgastadas por el uso y el abuso, sino maneras originales de entender el hecho cultural, valiéndose de los ritmos musicales que los jóvenes escuchan y de símbolos de inclusión que por primera vez se exhiben y se gritan sin vergüenza ni temor.
El Festival se desarrolla en cuatro ejes temáticos: el Bicentenario de la Independencia de Cartagena; la ciudad diversa y con variadas identidades; el papel de los jóvenes en la construcción de una ciudadanía integral; y el uso de los espacios públicos como sitios de encuentro para compartir experiencias culturales o simplemente instantes de vida.
Presentaciones musicales y de teatro, exposiciones artísticas dinámicas al aire libre, foros y discusiones abiertas, conferencias, lecturas y recitales de poesía, talleres creativos y expresiones simbólicas imaginadas y ejecutadas por los propios jóvenes hacen parte de un programa extenso que en su mayor parte se cumplirá en espacios al aire libre, plazas y parques, para consolidar una apropiación cultural urbana.
Vale la pena que todos los cartageneros asistan a estas actividades y que participen con entusiasmo y decisión en ellas, porque los jóvenes entenderán ese respaldo como una preocupación auténtica por sus pensamientos, su lenguaje y sus sueños, y ese sería el mejor espaldarazo a una vida edificante y creativa.
Es la primera vez que se muestran en Cartagena, en tanta cantidad y con tanta amplitud las iniciativas artísticas y culturales de los jóvenes locales, que claman por un espacio suficientemente grande para expresarse a cabalidad en su esencia y en sus identidades.
Y es satisfactorio que sea desde nuestra historia, nuestra herencia de 200 años, que se lance este grito sereno, pero nítido y fuerte, que exige reconocimiento, atención, apoyo e integración para recorrer el camino del progreso y la construcción de la ciudad soñada.
Exhortamos de manera vehemente a propios y visitantes a que acudan a los sitios donde se han programado actividades esta semana y ofrezcan su aplauso sincero y jubiloso como premio a estos jóvenes que quieren contribuir al desarrollo local, desarrollando al mismo tiempo sus iniciativas de creación.
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