El lodo silencioso
Ayer un productor agropecuario afectado por las inundaciones nos envió un video (ver http://www.eluniversal.com.co/) emitido por CV Noticias (Telecaribe), donde los campesinos entrevistados emplazaban al Gobernador de Bolívar, a Cormagdalena y a Cardique, a reparar tres boquetes en el Canal del Dique en cercanías de Arroyo Hondo, Calamar y San Cristobal, según los entrevistados, con capacidad para inundar buena parte de Bolívar.
Los campesinos aseguran que ellos han enterado a todas las autoridades antes mencionadas, y afirman que nadie los ha ayudado. Según uno de los entrevistados, Cormagdalena ofreció enviarles un planchón con una paladraga para rellenar los boquetes, pero “hasta el sol de hoy” no aparece. En los corregimientos bolivarenses de Pilón y Sato, según CV Noticias, ya hay 25 mil hectáreas bajo agua, causándoles la ruina a los campesinos.
Ese es el aspecto dañino del Canal del Dique que ha salido a relucir con el invierno de finales de 2010 y mitad de 2011, debido a la fiereza que le impartió La Niña y que todo el país conoce y sufre.
Pero el Dique tiene otra faceta que si bien es menos escandalosa y afecta menos directamente a la gente, es igual o peor de dañina para la región y el país por soterrada: la sedimentación de la bahía de Cartagena, que como hemos dicho muchas veces y no nos cansaremos de repetir hasta que tenga solución, amenaza la entrada al puerto y la razón de ser de Cartagena.
Un “académico” de la Universidad Nacional dijo varias veces –palabras más, palabras menos- que no había tal sedimentación y que existía solo en la imaginación de los cartageneros.
En 2004, el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrológicas (CIOH), entonces bajo la dirección del capitán y científico Carlos Andrade, junto con su equipo (Yves F. Thomas, Serguei Lonin, Carlos Parra, Stephane Kunesch, Loic Menanteau, Ana Andriau, Cristina Piñeres y Shirley Velasco) publicó un trabajo titulado “Aspectos morfodinámicos de la bahía de Cartagena de Indias”.
El estudio responde a varias preguntas y dice que “Los sedimentos finos (lodos) que vienen del canal del Dique se encuentran en la mayoría de los fondos en las partes profundas de la bahía, ocupando las partes en las que hasta hace veinte años el predominio era de arenas en la parte interna de Bocachica”.
Y como para refutar a ciertos necios, añade: “El delta del Dique ha avanzado tres y medio kilómetros dentro de la Bahía. Su influencia interactúa con el sur de los bajos de Santacruz y ya empezó a comprometer la profundidad del canal de navegación. Se estimó un volumen de 26,8 millones de metros de sedimentos finos trasportados por el Canal del Dique entre 1977 y 2004”. Este dato alarmante hallado por la investigación del CIOH en 2004 ¡ya tiene 7 años! La situación ahora, por supuesto, tiene que ser muchísimo peor.
Aprovechando el talante técnico del Presidente y su ministro de Transporte, Cartagena no debería solicitarles menos estudios, sino todos los necesarios –y cuanto antes- para hacer las obras bien hechas, cuesten lo que cuesten.
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