El uso del dólar como moneda de reserva
El Banco Central de Chile, a través de su Gerencia de Operaciones Financieras, ha señalado que en el curso de los últimos 12 meses se ha registrado un relevante rebalance en el portafolio de monedas que conforman sus reservas internacionales. De acuerdo con los datos, si hace un año el dólar estadounidense representaba un 60% del total de sus reservas monetarias y el euro un 40%, hoy la composición se ha emparejado a una relación donde un 50% está representado por el dólar y la otra mitad por monedas que se parecen bastante más al peso chileno en su trayectoria.
La información tiene doble significación. En lo más inmediato y concreto, porque el Banco Central está empeñado en un programa de compra de divisas por un total de US$ 12.000 millones a razón de US$ 50 millones por día, y en ese contexto resulta importante saber de qué manera se están conformando esas reservas. Y en lo que es más de largo alcance, porque esta decisión se da en un contexto donde desde hace meses se ha instalado el debate sobre el uso del dólar como la moneda de reserva por excelencia, debate que ha promovido con especial fuerza China, el principal acreedor del Tesoro norteamericano que en este tema tiene un interés que está más acá de los principios, y que es bastante más concreto y urgente.
Sin entrar en propuestas de todo tipo que han planteado que unos Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI o el yuan puedan suplir al dólar, lo cierto es que hoy la evidencia indica que EEUU y Europa viven momentos complejos de debilidad que persistirán, lo que hace razonable que entes como el BC y otros inversionistas se anticipen a escenarios que antes no se barajaban.
La información tiene doble significación. En lo más inmediato y concreto, porque el Banco Central está empeñado en un programa de compra de divisas por un total de US$ 12.000 millones a razón de US$ 50 millones por día, y en ese contexto resulta importante saber de qué manera se están conformando esas reservas. Y en lo que es más de largo alcance, porque esta decisión se da en un contexto donde desde hace meses se ha instalado el debate sobre el uso del dólar como la moneda de reserva por excelencia, debate que ha promovido con especial fuerza China, el principal acreedor del Tesoro norteamericano que en este tema tiene un interés que está más acá de los principios, y que es bastante más concreto y urgente.
Sin entrar en propuestas de todo tipo que han planteado que unos Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI o el yuan puedan suplir al dólar, lo cierto es que hoy la evidencia indica que EEUU y Europa viven momentos complejos de debilidad que persistirán, lo que hace razonable que entes como el BC y otros inversionistas se anticipen a escenarios que antes no se barajaban.
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