Juntas y acceso a la información
El nuevo presidente de La Polar anuncia “cambios importantes al interior de la empresa” y comienza con uno: la prohibición de acceso de la prensa a la junta de accionistas efectuada ayer.
Por cierto que la normativa actual restringe la participación en estas reuniones a los titulares de acciones, pero las sociedades anónimas con transacción bursátil han adoptado desde hace años la tradición de incluir a los representantes de medios de comunicación. Después de todo, es una presencia que permite difundir el contenido de la junta a los interesados que no pudieron participar y, además, otorga sanas garantías de transparencia.
De hecho, hasta ayer La Polar no ponía inconvenientes al acceso de periodistas a sus juntas de accionistas.
Importante patrimonio de accionistas minoritarios, de partícipes de fondos de inversión y de todos los afiliados al sistema de pensiones, se ha destruido a partir de este caso. La mayor parte de estos afectados no puede participar de la junta de accionistas.
Tampoco se trata de que los medios compren acciones para poder participar de estas reuniones en calidad de accionistas minoritarios. Ello también termina por vulnerar la independencia y credibilidad de la prensa.
Los nuevos directivos de La Polar deben asumir que están involucrados en un proceso de alto interés público, con una ciudadanía que exige información, y al frente de una empresa fuertemente impactada en su credibilidad.
Una política transparente y abierta de comunicación podría ser la mejor asesoría que una agencia de comunicaciones les pudiera plantear.
Por cierto que la normativa actual restringe la participación en estas reuniones a los titulares de acciones, pero las sociedades anónimas con transacción bursátil han adoptado desde hace años la tradición de incluir a los representantes de medios de comunicación. Después de todo, es una presencia que permite difundir el contenido de la junta a los interesados que no pudieron participar y, además, otorga sanas garantías de transparencia.
De hecho, hasta ayer La Polar no ponía inconvenientes al acceso de periodistas a sus juntas de accionistas.
Importante patrimonio de accionistas minoritarios, de partícipes de fondos de inversión y de todos los afiliados al sistema de pensiones, se ha destruido a partir de este caso. La mayor parte de estos afectados no puede participar de la junta de accionistas.
Tampoco se trata de que los medios compren acciones para poder participar de estas reuniones en calidad de accionistas minoritarios. Ello también termina por vulnerar la independencia y credibilidad de la prensa.
Los nuevos directivos de La Polar deben asumir que están involucrados en un proceso de alto interés público, con una ciudadanía que exige información, y al frente de una empresa fuertemente impactada en su credibilidad.
Una política transparente y abierta de comunicación podría ser la mejor asesoría que una agencia de comunicaciones les pudiera plantear.
La debilidad de Estados Unidos
La Reserva Federal de Estados Unidos al informar de su decisión de mantener las tasas de interés de referencia de esa economía en los mínimos históricos en que ha permanecido por muchos meses y al anticipar que probablemente la política de estímulo se mantendrá por un período que aún sigue siendo prolongado, ha reconocido que el desempeño de la primera economía del mundo permanece débil y debilitándose, cuestión que ha validado las aprensiones de muchos expertos y gran parte del mercado.
Ha llamado la atención que el presidente de la Fed, que no ha escatimado recursos en pos de estimular la economía, rebajara no sólo las previsiones de crecimiento de 2011, sino que además las de 2012, cosa que también hizo para otro indicador relevante para el banco central norteamericano, el desempleo. Estas fueron elevadas para 2011 y para 2012 y 2013, lo que ratifica que el que fuera conocido como uno de los mercados laborales más flexibles del mundo hoy exhibe ciertas resistencias estructurales.
En suma el cuadro se avizora poco alentador, más aún si se consideran las advertencias de Standard & Poor’s a propósito de la estresada situación fiscal y la copada capacidad de endeudamiento del gobierno.
Ha llamado la atención que el presidente de la Fed, que no ha escatimado recursos en pos de estimular la economía, rebajara no sólo las previsiones de crecimiento de 2011, sino que además las de 2012, cosa que también hizo para otro indicador relevante para el banco central norteamericano, el desempleo. Estas fueron elevadas para 2011 y para 2012 y 2013, lo que ratifica que el que fuera conocido como uno de los mercados laborales más flexibles del mundo hoy exhibe ciertas resistencias estructurales.
En suma el cuadro se avizora poco alentador, más aún si se consideran las advertencias de Standard & Poor’s a propósito de la estresada situación fiscal y la copada capacidad de endeudamiento del gobierno.
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