Actividad industrial en franca recuperación
Un positivo comportamiento está mostrando el rubro fabril en el país. De acuerdo a las cifras de la Sofofa como del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la producción de este sector volvió a crecer en mayo para acumular una expansión superior a los dos dígitos en lo que va transcurrido del año.
Y si bien se trata de un resultado potenciado por la baja base de comparación, al mismo tiempo se pueden observar elementos que alientan las expectativas de una recuperación más persistente de esta rama productiva, que deja atrás no sólo las secuelas de la crisis internacional sino que también -y quizás más potente- del shock que representó el terremoto del 27 de febrero de 2010.
Así, hoy estamos frente a una industria que está absorviendo mano de obra y cuyas ventas están siendo lideradas en lo que va del año por los bienes de capital y algunos de carácter intermedio, es decir, aquellos ámbitos que hablan de una mayor inversión en el país.
Dado lo anterior, parece lógico que la Sofofa mantenga su estimación de crecimiento para la actividad sectorial entre 5% y 6%. La duda, como también lo es para el PIB general, es si es factible que persista dicho ritmo de crecimiento durante el próximo año.
Y si bien se trata de un resultado potenciado por la baja base de comparación, al mismo tiempo se pueden observar elementos que alientan las expectativas de una recuperación más persistente de esta rama productiva, que deja atrás no sólo las secuelas de la crisis internacional sino que también -y quizás más potente- del shock que representó el terremoto del 27 de febrero de 2010.
Así, hoy estamos frente a una industria que está absorviendo mano de obra y cuyas ventas están siendo lideradas en lo que va del año por los bienes de capital y algunos de carácter intermedio, es decir, aquellos ámbitos que hablan de una mayor inversión en el país.
Dado lo anterior, parece lógico que la Sofofa mantenga su estimación de crecimiento para la actividad sectorial entre 5% y 6%. La duda, como también lo es para el PIB general, es si es factible que persista dicho ritmo de crecimiento durante el próximo año.
Educación y prioridades
En las últimas jornadas los líderes del movimiento estudiantil han esgrimido a favor de un aumento de los fondos estatales para educación superior, que en otras naciones de la OCDE los Estados son importantes financistas, cubriendo en algunos casos la casi totalidad del gasto asociado, de modo que las familias finalmente terminan haciendo una contribución porcentualmente menor. Dichas comparaciones se hacen al tiempo que las consignas abogan por una educación estatal gratuita, la cual debería ser financiada modificando de manera dramática reglas del juego de carácter estructural y que afectan la propiedad de relevantes inversiones en recursos naturales así como la estructura tributaria vigente en el país.
Si bien las cifras aportan una evidencia irrefutable en cuanto a que los Estados sueco o español, por ejemplo, son aportantes que concurren en forma sustantiva al financiamiento de la educación superior, quienes comparan a Chile con esas naciones olvidan las distintas realidades en materia de pobreza, infraestructura y desarrollo. Cuando se ponen sobre la mesa esas consideraciones la aproximación al tema del financiamiento de la educación cambia, de modo que siendo un tema importante, no aparece como tan urgente frente a las necesidades de quienes viven en campamentos, tienen ingresos de indigencia o no alcanzan a cubrir una dieta que les aporte la cuota de calorías necesarias.
Demás está decir que el tránsito al desarrollo es un proceso que toma años y en donde los responsables de la conducción del Estado democráticamente elegidos deben arbitrar entre necesidades múltiples y recursos escasos siempre teniendo a la vista a los más desfavorecidos.
Si bien las cifras aportan una evidencia irrefutable en cuanto a que los Estados sueco o español, por ejemplo, son aportantes que concurren en forma sustantiva al financiamiento de la educación superior, quienes comparan a Chile con esas naciones olvidan las distintas realidades en materia de pobreza, infraestructura y desarrollo. Cuando se ponen sobre la mesa esas consideraciones la aproximación al tema del financiamiento de la educación cambia, de modo que siendo un tema importante, no aparece como tan urgente frente a las necesidades de quienes viven en campamentos, tienen ingresos de indigencia o no alcanzan a cubrir una dieta que les aporte la cuota de calorías necesarias.
Demás está decir que el tránsito al desarrollo es un proceso que toma años y en donde los responsables de la conducción del Estado democráticamente elegidos deben arbitrar entre necesidades múltiples y recursos escasos siempre teniendo a la vista a los más desfavorecidos.
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